Una de las mayores expresiones de la vida en la oficina es el intercambio navideño, ése en el que gracias a un sorteo, el oficinista se ve obligado a participar en el intercambio de regalo a una de esas personas con las que convive la mayor parte del día.
Cuantos no hemos cambiado el papelito con el nombre de ése compañero que nos cae mal, siempre será mal visto, así que no hay cómo zafarse de este ritual. Conoce los fails del intercambio de regalos:
Fingir que te gustó el regalo
Si el que organizó el intercambio no tuvo la delicadeza de solicitar una lista de opciones de regalo para garantizar que el presente que te llegue sea el que quieres, tienes 99.9 por ciento de posibilidades de que te den algo que no te va a gustar.
Que vean feo al que no le quiso entrar
Si alguien en la oficina tiene los suficientes pantalones como para decir que no quiere entrarle al intercambio, es muy probable que, aunque se haya atrevido a decir eso que tú pensaste durante semanas, sea blanco de críticas y de acusaciones de “cortado” que no quiere intercambiar regalos para convivir.
Que te toque el jefe
Una de las peores pesadilla de todos es que en el intercambio navideño le toque el jefe… ¿o hay algo peor que regalarle a la única persona de la oficina con la que tendrías que quedar bien? Con cualquier otro compañero puedes regalar algo cumplidor, ¡pero con el jefe te tienes que lucir!
Que no le pongan precio mínimo
Normalmente, en una oficina todos tienen diferentes sueldos, ya que hay diferentes tareas por cumplir. Así, una secretaria no gana lo mismo que el gerente, ni el gerente gana lo mismo que el director, ni el director gana igual que el mensajero… entonces, ¿por qué todos deben regalar cosas del mismo precio?
Que lo hagan ‘temático’
Aquí es cuando puede llegar ese momento en el que los compañeros de oficina se ponen “creativos” y les da por que el intercambio sea de cosas tan “originales” como unos calzones. Ahí sí es donde este ritual toca fondo.
¡Justo por eso, es mejor entrarle al intercambio de regalos en la oficina! Ya no te hagas del rogar y mejor diviértete con esta dinámica en el trabajo.