Los festejos de Navidad y Año Nuevo ya concluyeron, y estoy segura que a más de uno le paso el año pasado. Las reuniones familiares son los mejores pretextos para estar con la familia, pero esto no significa que todo sea miel sobre hojuelas.
También hay momentos MUY incómodos en las reuniones familiares. Te dejamos algunos que seguro has experimentado al menos una vez:
¿Y la novia?
Si nuestras tías y primas tienen el poder mutante aniquilador de hacer preguntas incómodas en el momento exacto. Apenas estás saboreándote tu consomé o tu taco de barbacoa cuando la tía ya hizo la típica pregunta que a todo el mundo le provoca agruras: ¿y la novia/el novio? Porque claro, como ellas se casaron a los 21 años, todo aquél que pase de los 23 ya se le empieza a ver con cara de quedado.
Las anécdotas de mamá.
Las mamás tienen un tino especial para ponernos en ridículo. Todas esas cosas que nos avergüenzan y nos ha costado varios años desaparecer sistemáticamente, ellas lo exhiben como si se tratara de la cosa más interesante y digna de ser contada.
El tío mala copa
Tampoco falta el tío que le hace muy bien al levantamiento de tarro, ese noble deporte en el que seguro México sí sacaría unas buenas medallas.
¡Ándale, párate a bailar!
Consejo no bailen en las fiestas familiares o las tías y primas los van a terminar explotando como bestias de poca monta. Al momento del baile la mayor parte de los hombres mágicamente desaparece, se aparta o finge tener conversaciones profundas e importantes para evadir el baile.
¡Mordida, mordida!
No importa que el pastelito que se haya comprado para la fiesta sea una miniatura y sea más que evidente que no va a alcanzar para todos los invitados, si hay un cumpleañero entre la concurrencia los presentes querrán embarrarlo, humillarlo y, por supuesto, sacar una foto del recuerdo.
Al final lo que nos queda serán los recuerdos de haber vivido experiencias inolvidables con nuestras familias, ¡Empecemos el año con toda la actitud! Ya llegará Diciembre y con el, un nuevo bombardeo.