De todos es bien sabido que Canadá es un destino para fotografiar debido a sus enormes y bellos paisajes, montañas y lagos salidos de una postal. Adentrarnos en estos parques y reservas naturales nos permite desintoxicarnos de los pulmones y la mente. Pero este verano puedes vivir una experiencia aérea en uno de sus parques en la región de Quebec.
Si eres amante de las alturas y los deportes extremos, cada verano de mayo a noviembre el parque Arbraska Duchesnay abre sus puertas para sentir la adrenalina en 76 juegos ubicados en las copas de los arboles mientras disfrutamos de los paisajes como si fuéramos aves volando o ardillas trepando las ramas en Quebec.
La gran variedad de tirolesas, escaladas, cuerda floja, puentes colgantes y demás atracciones requieren de toda nuestra concentración y habilidades para lograr distintos retos.
La seguridad es básica y siempre tendrás el equipo adecuado para cualquiera de los juegos; Para aquellos que sienten un poco de temor, podrán comenzar desde una altura no mayor a un metro y poco a poco desarrollaran más confianza en sí mismos.
Cada prueba u obstáculo va aumentando el grado de dificultad y la altura, pero dentro de ti se va desarrollando ese interés de seguir adelante y conquistar la travesía. Sin darte cuenta tus sentidos físicos y mentales están a prueba todo el tiempo.
Este recorrido dura más de una hora y se conforma por dos secciones: la básica y la extrema; la primera se conforma de 15 pruebas entre ellas, la del equilibrio sobre un cable. Aquí vas sujetado de tu arnés a una línea de vida por si llegas a caer, pero la idea es que lo hagas con paciencia y te aseguro llegarás al otro extremo.
Cabe resaltar que hay zonas de descanso en donde es posible abandonar el trayecto por medio de unas rampas para que hagas un descenso fácil y panorámico. La belleza del lago hace que el agotamiento valga la pena y es momento de contemplar.
También se puede realizar este recorrido, pero nocturno en los sábados de luna llena. Dicen que es toda una experiencia poner tu casco con lámpara y sentir el instinto de supervivencia.